La asimilación del conocer
"Los conocimientos racionales que lo son objetivamente (esto es, los que no pueden originarse más que a partir de la razón humana propia) sólo pueden llevar tal nombre desde un punto de vista subjetivo, además del objetivo, cuando han sido extraidos de las fuentes universales de la razón -fuentes de las que puede surgir la misma crítica e incluso el rechazo de lo aprendido-, es decir, de principios."
Kant, Crítica de la razón pura
El hombre cuando se enfrenta a la adquisición de conocimientos tiene que pasar por la etapa del aprendizaje. Tal paso implica hacerse cargo de una serie de ideas que no han sido descubiertas por el propio esfuerzo sino que han sido enseñadas. El acto de aprender es memorístico, y no juzga ni se pregunta por lo conocido, simplemente lo asimila y lo sabe, pero es un saber carente de vida, es solo un saber histórico.
Cuando el hombre se enfrenta a sus conocimientos, a todo ese legajo de tradiciones que le ha sido donado de forma temporal, y lo lleva al terreno de la crítica se da el verdadero conocimiento, porque se rechaza o se acepta lo conocido. Y esto son las "fuentes universales de la razón", porque son las que ayudan a formar los propios principios, los "subjetivos", con los que cada uno se enfrenta a la realidad.
Siguiendo a Aristóteles, que en este punto no se aleja tanto de Kant, se da la asimilación de lo conocido, pero no solo como simple absorción teórica, sino además como aplicación práctica. Un cambio vital que no es más que una renovación o aniquilación de los "principios" que guían cada uno de nuestros pasos.